Fritz Wunderlich (el tenor perfecto)
F.B.LL. dijo: el tenor que pudo conquistar el mundo… su muerte, injusticia divina. (minuto3)
L.O. C.dijo: Sin duda de todos los tenores hasta el día de hoy no hay tenor que se compare a la puro y limpio de la voz de Fritz. En tonos graves y en los agudos una igualdad impresionante.. Cada vez que le escucho me causa una pena grande que no haya llegado a lo más alto, sin embargo grabó mucho lied. y conciertos que se pueden ver y oír ahora en esta máquina del tiempo que es youtube.
P. H. P. dijo: Una voz única...Pura potencia y belleza...Lastima que pereciera tan pronto con solo 35 años en aquel trágico accidente al caer por unas escalera...Que decir de su voz : El tenor que ponía el pensamiento y el corazón en cada nota.
Fritz Wunderlich (Kusel, Renania-Palatinado, Alemania, 26 de septiembre de 1930 - Heidelberg, Alemania, 17 de septiembre de 1966) fue un tenor lírico alemán desaparecido trágicamente a la edad de 35 años. Considerado EL MEJOR TENOR LÍRICO EN EL REPERTORIO ALEMÁN EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX, junto con Léopold Simoneau y Nicolai Gedda fue el sucesor de Richard Tauber.
Wunderlich destacó como tenor en óperas de Wolfgang Amadeus Mozart, Chaikovski, Richard Strauss y por sus interpretaciones de Oratorio y Lied alemán. En el año 2008 fue votado por la revista de la BBC como el 4º entre los más grandes tenores de la historia junto a Enrico Caruso, y Luciano Pavarotti.
Nacido en una familia modesta de músicos (su madre era violinista y su padre director de coros) que se dedicaban a la hostelería aprendió tocar piano y acordeón para amenizar reuniones. Fue animado por amigos y clientes que lo escuchaban cantar en la panadería donde trabajaba. En 1950 comenzó a estudiar trompa pero su voz llamo la atención de la maestra ciega Margarethe von Winterfeld en la escuela de música de Friburgo (1951 - 1955), quien lo descubrió como tenor. Formó una orquesta de jazz para pagar sus estudios (gustaba imitar a Louis Armstrong) y comenzó su carrera en la Staatsoper Stuttgart. Debutó en un papel pequeño en Los maestros cantores de Núremberg. Allí en 1956 tuvo su primer papel principal: Tamino en la flauta mágica, reemplazando al tenor lírico Josef Traxel que fingió enfermar y se había confabulado con el primer reemplazo contratado (Wolfgang Windgassen) para darle la oportunidad.
Hizo su debut en Salzburgo en el papel del Henry Morosus en Die schweigsame Frau (La mujer silenciosa) de Richard Strauss bajo la dirección de Karl Böhm. En 1960 fue contratado por la Ópera Estatal de Baviera en Múnich que entonces funcionaba en el Teatro del Príncipe Regente (Prinzregenten Theater) donde cantó con una famosa La traviata junto a Teresa Stratas, Eugene Oneguin con Sena Jurinac y su gran amigo, el baritono Hermann Prey, y otras operas como Madama Butterfly, La Boheme, Don Giovanni, Giulio Cesare de Händel (junto a Christa Ludwig, Walter Berry, Lucia Popp), etc. En el Teatro Colón de Buenos Aires se presentó en 1961 con tres roles, Belmonte en El rapto en el serrallo junto a Renate Hol, Anneliese Rothenberger y Kurt Boehme, Morosus en La mujer silenciosa junto a Holm y Boehme y como el tenor italiano en El caballero de la rosa), (ad honoren) junto a Rothenberger, Boehme y Regine Crespin, siempre dirigido por Heinz Wallberg. A partir de la temporada 1962-1963 fue miembro en la Ópera Estatal de Viena contratado por Herbert von Karajan. Allí hizo una breve aparición en la recordada producción de Die Frau ohne Schatten (La mujer sin sombra) de Richard Strauss. En 1963 cantó el papel principal en Palestrina de Hans Pfitzner. Cantó en Colonia, Berlín, Hamburgo, Londres, Bruselas, en los festivales de Salzburgo, Aix en Provence, Il Maggio Musicale Fiorentino, las Semanas Bachianas de Ansbach y Edimburgo.
La víspera de su viaje a Estados Unidos, pocos días antes de su planeado debut en la Metropolitan Opera como Don Ottavio en septiembre de 1966, tuvo un trágico accidente (se resbaló y cayó escaleras abajo) en casa de un amigo. Murió el día siguiente.
Se había casado con la arpista Eva Jungnitsch, tuvieron una hija (Constanze). En 2006 se editó una película sobre su vida y carrera con "clips" privados nunca vistos antes de Fritz Wunderlich: Life and Legend. En 2005 se publicó el libro El fenómeno Fritz Wunderlich de J. Puttkammer.
La prometedora carrera de Wunderlich se vio truncada por un accidente mientras se encontraba disfrutando de unas vacaciones de caza (sus aficiones incluían la caza, las armas y los coches deportivos). Cayó de una escalera en la casa de campo de un amigo en Oberderdingen, cerca de Maulbronn, y murió en la Clínica Universitaria de Heidelberg pocos días antes de su cumpleaños 36, sólo unas semanas antes de su debut en el Metropolitan de Nueva York. Hacía poco le había dicho a su amigo el barítono Hermann Prey: “Los buenos tiempos están por llegar, un cantante no está formado hasta cumplir los 40 años”. Está enterrado en el cementerio Waldfriedhof Munich.
Según el crítico Herminio Malagás, Wunderlich fue: “El tenor que ponía el pensamiento y el corazón en cada nota”. Bellísimo timbre de tenor lírico; graves viriles; agudos brillantes, fáciles, directos; gran volumen; larguísimo fiato; emisión libre, sin estrecheces, sin sonidos nasales ni guturales, siempre “horizontal”, que, negando el pasaje, hace sinónimas tesitura y extensión; total dominio de la media voz; control absoluto de los reguladores; articulación impecable de la lengua alemana; fraseo elegante, desprovisto de afectación; agilidades de ejecución perfecta; excepcional versatilidad estilística; prodigioso abanico de matices; estudio riguroso de las partituras, sin ceder jamás a la tentación del lucimiento injustificado; inmediata capacidad de comunicar.
En sus 10 AÑOS de fulgurante trayectoria hizo 662 registros con un repertorio que abarcó Monteverdi, Gluck, J.S. Bach, Händel, Haydn, Mozart, Rossini, Lehár, Richard Strauss, Mahler, Smetana, Lortzing, Schubert, Schumann, Beethoven, Chaikovsky, Verdi, Puccini, Wagner, Pfitzner y otros. Su colaboración con el pianista Hubert Giesen a partir de 1962 dio como fruto algunas de las grabaciones de Lied' más bellas de la historia de la discografía. Su Tamino de La flauta mágica, su Belmonte en El rapto en el serrallo y su intervención en Das Lied von der Erde de Mahler así como sus versiones de Dichterliebe de Schumann y La bella molinera de Schubert se consideran incomparables.
YO SIEMPRE LE HE LLAMADO EL ALFREDO KRAUS DE LOS ALEMANES... EN ALEMANIA TODAVÍA LLORAN SU DESGRACIADA DESAPARICIÓN... DE TODAS MANERAS QUEDARÁ COMO UNO DE LOS MEJORES TENORES DE LA HISTORIA...
DESCANSE EN PAZ POR SIEMPRE...